jueves, 14 de abril de 2011

A veces los días amanecen cruzados y aunque empiecen más que mal hay que sobreponerse en silencio o soltar imprecaciones hasta quedarnos vacíos esperando que corra el viento. A veces los días visten de negro y aunque se nos pegue el luto hay que seguir riendo.

Debemos ponernos un disfraz, no vale solo con el cuerpo, necesitamos una mascara.
La mascara debe taparnos la cara entera y debemos pintarle una amplia sonrisa.
Todo va mal. Se avecina una larga tormenta, y hasta que el tiempo cambie...debo comprarme una mascara de esas.

No puedo, no tengo ganas..solo quiero una mascara, pasar desapercibida y que pronto acabe esta tormenta.

¿Es tan difícil?

1 comentario:

  1. Pasará. Pasará la tormenta, siempre pasa. Puede que dure más de la cuenta pero en algún momento se abre un claro y verás que cuando te quites la máscara la sonrisa se habrá borrado pero esta vez sonreirás con los ojos... ya sabes que para eso no hay disfraces.
    Me alegra leerte, amiga.

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