Confieso. Yo siempre. Siempre me ha gustado ir un paso por delante. Siempre he querido saber que iba a pasar o que iba a hacer.
Los planes no son malos si siempre salen como los imaginas, y ya no digamos si incluso superan las espectativas. Es agradable saber que va a pasar. Da seguridad.
Cuando los planes se dejan de hacer, o cuando te gustaría hacerlos pero no puedes todo cambia.
Y esa sensación de seguridad se vuelve invisible. Desaparece y llega todo aquello que no gusta, y que incluso en algunos momentos se teme.
No puedo hacer planes. Y mi cabeza no para de hacerlos. Quiero mil instantes, quiero mil borracheras, mil fiestas, quiero su mirada, y quiero ser libre.
¿Cómo hago para no hacerlos?¿Cómo se consigue parar ese boton?
Ya llegó. Ha llegado el momento que decias que te daba igual. Que comparabas con el fin de una etapa. ¿Qué vas a hacer?
ResponderEliminarLos planes son buenos, pero vivir al limite, sin pensar en qué pasará mañana también es bueno, emocionante. Disfruta al máximo y si necesitas ayuda para la mudanza avisa, que de la borrachera ya me encargo yo.
Un beso.Pat