No fallan. Siempre dan las 12 de la noche y ahí están ambos, mandándome más fuerzas y ánimo que nunca y tirando de mí sin darse cuenta.
Solo es una palabra, solo es un sms, para mí...son lagrimas de alegría de seguir contando con ellos, de tenerles a mi lado a pesar de todo, peleas, enfados, encontronazos, lluvias, tormentas o abismos.
Sé que encima esta semana me he portado fatal, la ausencia de los míos estos días siempre me hace ponerme irritante. No es culpa de nadie, lo sé. Pero...es inevitable.
Echo de menos que el despertador sonará (como años atrás) a las 7 y media de la mañana y mi abuela me llamará a las 7.
->Abuela! Qué no son horas!!!
->Como que no! A quien madruga Dios le ayuda, y hoy es el primer día de tus --años.
-> ¿Porque no hablas con Dios y le explicas que para empezar bien el día hay que dormir mínimo 12 horas?
->Si se lo puedo explicar pero me dirá que eres una vaga. Anda, levántate y mira --(cada año era un sitio diferente de la casa)
-> Vale, ya voy!
->No!!Vete que yo me espero aquí...
Siempre es lo mismo, un conjunto de lencería, un pijama o una colonia. Antes siempre era...ah! y el pack de la abuela!
Ahora desde la distancia esa escena es inexistente, me sigue llamando a las 7, pero no puedo jugar al escondite con el regalo, irme y al llegar a comer ver mis platos favoritos, ese abrazo que tanto ella como mi cascarrabias me daban.
Lo harán la semana que viene, no tengo lugar a dudas, pero...duele. Puedo intentar hacerme la dura, hacer lista de regalos que tal vez quiero o necesito, pero en el fondo, en el fondo, solo quiero eso de regalo, un abrazo, y que ellos me sigan llamando. Que cada noche sea como esta, y siga preocupándome por conservar a mis soles, que sigan animándome a través de un mvl, y que siga queriendo y echando de menos como lo hago a los míos.
Ahora os dejo, son las 2 y dentro de 5 horas tengo un despertador personal que aunque me moleste recién levantada, sé que me alegrará el día.
