Supongo que llega el momento de decir odios. De sentarme en la estación a ver como marcha tu tren, y yo me quedo en tierra.
Supongo que ha llegado el momento de decir adiós. Aunque simplemente me ha llegado el momento.
Llegué a la estación.
Tú, esperaste tu tiempo, pero me tiraste mucho antes.
Hace algunos meses atrás..había una moneda volando, girando, con sus dos caras acercándose sin remedio al suelo, en el que un sí o un no esperaban y tiempo perdido. ¿Te acuerdas?
Quizás ya no, quizás ya no te acuerdas de nada, o tal vez no te quieres acordar.
Salio cruz. Salio algo que yo no quería. Y se perder.
En mi casa me enseñaron a perder con respeto, me enseñaron que aunque no me gustará perder, jamás faltara el respeto al contrincante.
Yo hoy, haré eso. Tendré respeto por ti.
Salio cruz. Y yo no quiero. Yo no puedo. Yo sigo necesitando hablar, discutir, conversar, reír, llorar, cambiar canciones o simplemente que siguiese volando la moneda.
Si ahora duele echarte de menos aunque no te lo diga. Si ahora duele no tenerte...
No quiero. No puedo. Y tu..tiraste la moneda.
Las cosas no son negras o blancas..¡Existe el gris! Pero eso parece que no lo sabes.
Parece que aquel no, sigue doliendo.
Acepto. Acepto la cruz de la moneda. Pero que sepas que no quiero.
Y que duele, aunque a ti parece que ya no.
¿Y sabes que es lo peor?
Que me gusta que no te duela. Que me gusta que hayas tomado una decisión. Que me encanta que hayas dado un paso importante para ti, porque eso significa que ahora ya eres feliz.
RESPETO, PERO JAMÁS COMPARTIRÉ LA DECISIÓN.
Hola guapetona!
ResponderEliminarCuanto tiempo sin escribirte y sin leerte. Supongo que hablas desde el dolor pero todo el mundo se equivoca alguna vez.
A ver si te llamo y tomamos un cafe largo y tendido.
No se quién se va, o quien te echa de su tren, pero es un inutil porque vales un monton.
Un beso!
Pat