Llegue a casa. Después de dos meses vuelvo a dormir en mi cama. Vuelvo a ver a Busta. Vuelvo a tomar cafes en tazas grandes y con espuma. Después de dos meses..vuelvo a disfrutar con cada risa, con cada abrazo, con cada momento.
Supongo que sin saber muy bien porque, hay días en los que valoras mucho mas los pequeños detalles. En mi caso, desde que estoy en Valladolid, pequeños gestos se han convertido en mundos ajenos, paralelos, en mundos completamente desconocidos.
Me gusta sentir esta sensación al meterme en mi cama, al quitar toda la colección de peluches que tengo para poder meterme. Me gusta pensar que apagaré la luz y veré infitos mundos de estrellas verdes iluminadas, falsas, pero para mi cabeza inocente, incledula y fantasiosa de hoy..serán estrellas de verdad.
Puede que nunca os lo haya mencionado, pero en los viajes al volver a casa se me pasan miles de momentos por la cabeza. Momentos que muchas veces he necesitado volver a vivir, momentos con los que sueño, y que en algunos días "raros" en Valladolid, me hacen las cosas más fáciles.
Siempre cuando llego, pienso en sí quedarme, pienso en si merece la pena todo aquello que estoy haciendo, que estoy costruyendo.
Pienso en los mios, en mi gente, mi familia, mis amigas, mis amigos..pienso en cada uno de ellos, en sus avanzas y en sus caidas..pienso en las veces que no estoy..y no se si merece la pena.
Siempre, a cada cual la vida nos lleva por un camino, con miles de cuestas, de bifurcaciones..pero siempre con carretera suficiente como para continuar.
No sé que pasará mañana, quizás el mes que viene, tal vez en junio..pero si sé, que aún metida en mi cama, con muchisimo frio, pensando en los mios y disfrutando, me acuerdo de todos aquellos que están allí, aquellos no son mis amigos, no tienen ese derecho.
Aquellos son mi vida, mi familia. Y estando aquí o allí siempre tengo la misma pregunta, la misma curisidad. No quiero fallar en mi elección.
Pero el tiempo no es eterno, y sé que me toca elegir, que se acerca el momento y no puedo evitar que me asalten miles de miedos y de dudas.
¿Cómo puedo estar segura de que no me equivocaré?
¿Lo sabeís vosotros?
Yo siempre he dicho que hay que seguir aquello que te dicte el corazon, que por mucho que tu cabeza diga debes o puedes..si el corazon me dice Bilbao, es Bilbao y si me dice Pucela es Pucela. Sin nervios ni arrepentimientos. Elija lo que elija..en ambos..perdí.
No vas a fallar niña.y no pierdes nada.quien tiene q estar ahi a pesar de la distancia, estara siempre.recuerdalo.
ResponderEliminartq no sabia q escribias aki.soy fan.