Aire. Aire en la cara. Aire en los pulmones. Yo necesitaba respirar, sentir, ordenar mi cabeza, quizás huir.

Soy persona de costumbres, me gusta pasear. Me gusta ver que todos esos tejados, todo ese campo fue más fuerte que yo. Me gusta sentir que sigue doliendo, pero me siento mejor al comprobar que ya no duele tanto y que puedo sentir el olor del frió, de la tierra, del polvo que levantas.

No puedo entender como se puede querer y odiar a la vez. Al mismo nivel. A la misma persona.
Nunca descubriré porque todo es tan sumamente difícil y a la vez tan sencillo.
¿Somos nosotros?¿SOmos las personas las que nos encargamos de complicar todo o simplemente alguien lo marcó?¿Existirá un destino marcado para todos o podemos nosotros cambiar el destino?

Juro que un día fui capaz de darlo todo. De sentir todo. Bueno, malo, regular y genial.
Pero ahora..ahora duele incluso más que antes. Ahora duele ver que ese gigante que intentas aparentar es un niño aterrado, un ser que no sabe cual es el siguiente paso que debe de dar. Duele. Duele sentir de nuevo todo. Lo bueno, lo malo, lo regular, y lo genial.
Duele, saber que mataría y que seguiría dando todo por poder gritarte, por poder ayudarte..pero..no puedo.

No puedo decirte que abandones, que pienses en ti. No puedo decirte que todavía estoy aquí. Moriría y daría todo lo que tengo porque así fuera pero..no.

Pasó. Volvieron de repente los gusanos al estomago, volvió la locura de la risa sin sentido, los nervios...volvió el estado de adolescencia..y volví yo.

Volví a creer en mí, a creer en ellos. Volví a ser capaz de entregarme, de darme entera, pura, segura.

No se cual es el destino marcado para mí, no se si soy yo quien tiene el poder de cambiarlo, pero estoy francamente segura que sintiendo el aire en la cara, oliendo el olor a tierra..y sobretodo teniendote al lado, que ahora ya no. Ahora ya no necesito que me cojas de la mano. Ahora ya solo quiero sentarme. Solo necesito eso. Respirar, sentir, ordenar mi cabeza, tal vez huir...